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Ucrania-Rusa, Taiwan-China....¿Y todavía hay ganas de otra bomba atómica?

Putin tiene ganas de mostrarle al mundo el poder que tiene. El resto del mundo quiere contestarle....Dios mio

Se estrenó hace unas largas semanas la película Oppenheimer, sobre la bomba atómica.

Sin embargo la guerra sigue, y parece que no va a parar nunca.

Ya se naturalizó entre nosotros.

Y hace unas semanas ocurrió algo que pasó como desapercibido.

Putín acusó que otro dron ucraniano (y todos sabemos que Estados Unidos está detrás) atentó fallidamente contra su vida.

Estados Unidos no sabe no contesta, pero está alerta a lo que Putín puede hacer.

En conclusión: habrá seguramente más ataques contra Kiev.

Y alguno de ellos puede dar lugar a un ataque nuclear.

¿TODOS SE OLVIDARON DEL DESASTRE QUE GENERARON LAS BOMBAS ATÓMICAS?

Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki fueron dos ataques nucleares ordenados por Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, contra el Imperio del Japón.

Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, lo que contribuyó, junto con la guerra soviético-japonesa, a la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Después de seis meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades, el arma nuclear Little Boy fue soltada sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, y luego la segunda bomba llamada Fat Man el jueves 9 de agosto sobre Nagasaki.

Entre 105 000 y 120 000 personas murieron y 130 000 resultaron heridas.

Hasta la fecha, estos bombardeos constituyen los únicos ataques nucleares de la historia.

Se estima que, hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 166 000 personas en Hiroshima y 80 000 en Nagasaki, totalizando unas 246 000 muertes, aunque solo la mitad falleció los días de los bombardeos.

Entre las víctimas, del 15 al 20 % murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación.

Desde entonces, algunas otras personas han fallecido de leucemia (231 casos observados) y distintos cánceres (334 observados) atribuidos a la exposición y a la radiación liberada por las bombas.

En ambas ciudades, la gran mayoría de las muertes fueron de civiles.

Seis días después de la detonación sobre Nagasaki, el 15 de agosto, el Imperio de Japón anunció su rendición incondicional a los «Aliados», haciéndose formal el 2 de septiembre con la firma del acta de capitulación.

Con la rendición de Japón, concluyó la guerra del Pacífico y, por tanto, la Segunda Guerra Mundial.

Evidentemente no aprendimos nada.