¿A dónde vamos con poca plata? Ya estamos primaverales
Si podes salís, pero sino quedate. Lo importante es descansar
# Vamos a la playa
Las playas de la Costa Atlántica Bonaerense logran una armonía acertada entre los atractivos naturales y el continuo desarrollo turístico de las ciudades.
Mar de las Pampas, Mar Azul, Las Gaviotas y Cariló son las playas que más crecieron durante los últimos años y se posicionan como las más exclusivas de la costa. Algunas de ellas son elegidas por conservar la calma y resultan ideales a la hora de pensar en una estadía tranquila.
San Clemente del Tuyú, San Bernardo, Mar de Ajó, Costa del Este, Villa Gesell, Pinamar y la famosa Mar del Plata, tienen las playas tradicionales que desde hace años captan seguidores tanto en verano como en invierno. Claro que Villa Gesell y Pinamar siguen siendo las más elegidas por los jóvenes y adolescentes.
Los balnearios del sur -Necochea, Claromecó, Reta, Orense y Monte Hermoso-, además de presentar las aguas más templadas de la Costa Atlántica, también ofrecen distintas alternativas de recreación, hotelería, maravillosos amaneceres y puestas de sol inolvidables.
# Oxígeno en las Sierras
La región de Sierras de la provincia de Buenos Aires se encuentra formada por los sistemas orográficos de Tandilia y Ventania, que han logrado dar vida a coquetas y pujantes ciudades que se han beneficiado por el microclima benigno que estos pequeños cordones montañosos ofrecen.
Sierra de la Ventana y Villa Ventana son las ciudades más visitadas por quienes recorren el sistema orográfico de Ventania, cuyo Parque Provincial Ernesto Torquinst permite ascender hasta el famoso hueco de la Ventana o al mítico Cerro Tres Picos, el más alto de la provincia.
La ciudad de Tandil, y su famoso Vía Crucis, se hallan enclavadas en cambio en las sierras más antiguas de la provincia, por lo que son bajas y redondeadas. Balcarce y Sierra de los Padres, ambas cercanas a Mar del Plata, poseen también atractivos para que el visitante pueda realizar actividades con pleno contacto con la naturaleza, se destacan las caminatas al aire libre, trekking, mountain bike, cabalgatas y salidas de pesca deportiva.
# Aires campestres
El campo es un ícono de la provincia de Buenos Aires: los gauchos, las viejas estancias y los tradicionales festejos se encuentran muy vigentes. El trabajo en la tierra, los caballos, el ganado y las malas o buenas cosechas forman parte de las conversaciones cotidianas.
Desde hace años, el campo abrió sus puertas al turismo y esto puede observarse en ciudades como San Antonio de Areco, Mercedes, Capilla del Señor y en varios pueblos típicos de la provincia de Buenos Aires.
Actualmente, las estancias turísticas y hoteles de primer nivel ofrecen la posibilidad de alojarse y realizar actividades campestres, cabalgatas, jineteadas e incluso tareas rurales. Los espectáculos folklóricos y las comidas típicas de nuestro país son también un atractivo en sí mismo de esta bella región.
# El imán de las islas
Ubicado a tan sólo 30 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, el Delta de Tigre es parte fundamental de la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Esta región de arroyos laberínticos, ríos e islas debe su nombre al tipo de desembocadura del río Paraná y a la presencia real del yaguareté (llamado popularmente “tigre”) en los inicios poblacionales de estas islas.
Hoy, el Delta conserva el mismo espíritu que lo vio crecer y logra que la vida del isleño sea incorporada a nuevos emprendimientos gastronómicos y alojamientos. Los visitantes pueden disfrutar todo el año de las bondades de esta biósfera realizando caminatas, paseos en lancha, safaris fotográficos, salidas de pesca o la práctica de deportes náuticos, entre los que se destaca el remo.
Las ciudades de El Tigre y San Fernando, que además del territorio tienen presencia permanente en las islas, cada día son más visitadas tanto por turistas locales como extranjeros.
# Escapadas lagunares
La provincia de Buenos Aires se encuentra salpicada por una cantidad interminable de lagunas que ofrecen la posibilidad de realizar deportes náuticos, salidas de pesca embarcados o bien, pasar el día en familia disfrutando de las bondades y de la tranquilidad que tanto en invierno como en verano brindan estos espejos de agua.
Muy cerca de la ciudad de Buenos Aires, se encuentran las lagunas de Chascomús, San Miguel del Monte, Lobos, Junín o la Salada Grande de Madariaga. Durante el invierno cada una de ellas asegura excelentes jornadas de pesca de pejerrey mientras que, en verano, se tornan ideales para pasar el día, acampar o bien alojarse en los nuevos complejos hoteleros, de cabañas y aparts.
Otras lagunas cercanas: Chasicó, las encadenadas de Guaminí, Trenque Lauquen y Pehuajó, la albúfera de Mar Chiquita, la Brava de Balcarce, la laguna de Sierra de los Padres (cercana a Mar del Plata) y la famosa Sauce Grande de Monte Hermoso.
Y hay más...
Cerca, lejos o en la misma Ciudad de Buenos Aires.