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En Agosto, la ciudad de Balcarce se viste de fiesta

Para muchos, es lejos el mejor postre de los argentinos...

Pasan los años, pasan las generaciones, pasan los mundiales y a la hora de elegir un postre bien argentino y porteño, el antojo vuelve al mismo lugar: para muchos, no hay como “el postre Balcarce”


Su nombre viene de una receta ancestral que se reproducía de generación en generación en la localidad de Balcarce, la misma que fue cuna del campeón más grande de formula 1 de todos los tiempos: Juan Manuel Fangio, alias “el chueco”.

Hay quienes afirman que al principio el postre se degustaba, luego del asado del domingo, en casi todas las casas de Balcarce y que, gracias a su formula basada en merengue, podía llevarse de un lugar a otro sin estar pensando en el vencimiento del mismo.

No es raro entonces que Juan Manuel Fangio “convidó” con esta exquisitez a muchos de sus colegas automovilistas e incluso hizo probar el “tesoro” a las personalidades más destacadas de Europa en los años en que batalló en la F1.

Sin dudas, hoy el postre se ha instalado en el imaginario colectivo de todos y traspasó Balcarce para ser degustado en cualquier hogar argentino a la hora del café o de la merienda.

¿Cuál es el origen y el secreto de esta exquisita receta y combinación de ingredientes que lo hacen único?

Las respuestas no tardan en llegar, tanto por los chefs o cocineros de postres más reconocidos como así también por los fanáticos y seguidores de esta torta que “no es torta”

Los ingredientes que forman parte de la receta son sencillos y fáciles de conseguir: base de bizcochuelo, merengue, dulce de leche, crema chantilly, coco rallado, vainilla en polvo, marrón glacé, nueces, praliné, crema de leche, pasta de almendra y azúcar impalpable para la cubierta, que en muchos casos es grabada a fuego con la “B”, inicial del lugar donde se lo elabora.

En sus orígenes el postre fue conocido como “Imperial” y su historia se remonta a la confitería París de la ciudad de Balcarce, propiedad de Guillermo Talou. Luego, la marca fue vendida a una firma de Mar del Plata, donde se lo rebautizó con el nombre de Balcarce, debido a su origen.

Además de conseguirse en algunas confiterías de Balcarce, el postre es un producto ineludible en las cartas de los bares y restaurantes de la ciudad de Buenos Aires, donde se lo puede degustar por porciones.

En el mes de Agosto, en la ciudad bonaerense de Balcarce, se le rinde culto al postre con una gran fiesta para la que se arman “distintos postres balcarces” cuyo objetivo es homenajear a su creador, Guillermo Talou.

La idea es premiar al que más se parece al sabor de cuando éramos chicos, algo que en Balcarce, cada uno guarda en su memoria.